El aceite esencial de citronela se obtiene mediante destilación al vapor de las hojas y tallos de plantas del género Cymbopogon, especialmente Cymbopogon nardus. Es reconocido mundialmente como un repelente natural de insectos, registrado en EE. UU. desde 1948 como bioplaguicida de acción no tóxica. Los principales países productores son Indonesia y China, responsables de cerca del 40 % de su producción mundial.

Más allá de su uso como repelente, la citronela tiene múltiples beneficios terapéuticos. Ayuda a controlar la transpiración excesiva, equilibra piel y cabello grasos, y actúa como desodorante natural. Se utiliza para aliviar dolores de reumatismo y artritis, así como para prevenir gripes, resfriados e infecciones leves. También apoya la salud digestiva, combatiendo colitis, parásitos intestinales e infecciones. En vaporizador, mejora el estado de ánimo, combate la fatiga, los dolores de cabeza y la tensión nerviosa. Se debe evitar su uso durante el embarazo, en niños menores de 3 años, y nunca ingerir.

Históricamente, la citronela fue una aliada clave en las antiguas culturas de la India y Egipto, donde las personas vivían cerca de cuerpos de agua propensos a plagas. Su uso era vital para repeler mosquitos transmisores de enfermedades. Así, esta hierba no solo ofrecía alivio, sino que llegó a representar una verdadera defensa para la salud y la vida en comunidades antiguas.