El aceite esencial de eucalipto, extraído principalmente del Eucalyptus globulus, es un líquido aromático altamente concentrado conocido por sus propiedades antibacterianas, desinfectantes y analgésicas. Tradicionalmente se ha utilizado para aliviar la tos, el resfriado y diversos problemas respiratorios, así como para tratar dolores musculares, heridas, quemaduras y picaduras. En aromaterapia, el eucalipto se asocia con un aumento en la energía, la vitalidad y la claridad mental.

Su aplicación es variada: puede inhalarse para abrir las vías respiratorias, aplicarse directamente sobre la piel en zonas afectadas, o agregarse al agua del baño para un efecto vigorizante. También puede colocarse en un difusor para purificar el ambiente, especialmente útil en habitaciones de personas enfermas. Aunque sus beneficios son notables, el aceite de eucalipto debe usarse solo de forma externa y con la orientación de un profesional, especialmente si se emplea con fines terapéuticos.

Desde la antigüedad, los aceites esenciales han sido valorados en culturas como la egipcia y la china por sus propiedades curativas y cosméticas. Considerados una de las formas más puras de medicina natural, se extraen sin procesos industriales complejos y se han valorado históricamente incluso más que el oro. Su uso sigue vigente hoy, combinando tradición, naturaleza y bienestar.