Los rodillos faciales de piedras preciosas son mucho más que una herramienta de belleza: son un ritual de autocuidado que alivia la tensión, estimula la circulación y reduce la hinchazón de forma natural. Diseñados para deslizarse suavemente sobre la piel, ayudan a tonificar el rostro, refrescar la mirada y mejorar la absorción de aceites o sérums. Su extremo más pequeño es ideal para zonas delicadas como el contorno de ojos, mientras que el extremo grande cubre mejillas, frente y cuello con facilidad.

Elaborados con piedras naturales como jade, cuarzo rosa, sodalita o amatista, cada rodillo no solo ofrece beneficios físicos, sino que también aporta una energía positiva única. Para potenciar sus efectos, puedes usarlos en combinación con aceites esenciales, mascarillas de arcilla o esponjas Konjac. Cada unidad se entrega en una bolsa de algodón 100% para guardarlo con estilo y protección, convirtiéndolo en el regalo perfecto o en un imprescindible para tu rutina diaria de bienestar.