La palabra "caolín" proviene del chino Kaoling, que significa "colina alta", en referencia al lugar donde originalmente se extraía esta arcilla. Utilizada desde hace siglos en rituales de belleza, la arcilla de caolín es conocida por sus propiedades purificantes y su textura suave, lo que la convierte en una opción ideal para el cuidado facial.

La mascarilla de arcilla de caolín limpia la piel en profundidad, ayudando a eliminar impurezas y absorber el exceso de grasa sin resecar. Es una de las arcillas más valoradas por su delicadeza, por lo que es apta incluso para pieles sensibles o mixtas que buscan equilibrio y frescura.

Para su aplicación, comienza con el rostro limpio. Mezcla una cucharada de arcilla con dos cucharaditas de agua hasta obtener una pasta homogénea. Aplica sobre el rostro evitando el contorno de ojos y labios, y deja actuar de 10 a 15 minutos. Una vez seca, enjuaga con agua tibia y seca con una toalla suave. Puedes usarla una o dos veces por semana para mantener una piel limpia, luminosa y equilibrada.