La esponja de Konjac se ha convertido en un imprescindible de la rutina facial en Asia y Europa gracias a su delicadeza y eficacia. Elaborada a partir de la raíz de Konjac, una planta milenaria originaria de Asia, esta esponja 100% natural destaca por su textura suave, ideal incluso para las pieles más sensibles. En Japón, se usaba originalmente para bañar a los recién nacidos, lo que ya anticipa su extraordinaria delicadeza y pureza.

Cuando se humedece, su superficie se cubre con una fina capa de agua que actúa como barrera protectora entre la piel y la fibra vegetal, evitando cualquier tipo de fricción. Así, limpia en profundidad, exfolia suavemente e hidrata la piel al mismo tiempo, sin irritarla. Además, es completamente biodegradable y respetuosa con el medio ambiente, lo que la convierte en una opción sostenible y consciente para el cuidado facial diario.